Razones por las que debe visitar un psicológo, aunque no esté enfermo

La psicología sigue siendo para muchas personas una forma de terapia poco aconsejable, pues se asocia de algún modo a enfermedad o locura. Sin embargo, la realidad no es así, no todo el mundo que visita a un psicólogo está enfermo o hay algo que no funciona en la vida, observándolo desde punto de vista catastrófico, sino que simplemente acude a los profesionales adecuados para encauzar algún aspecto concreto de tu vida.

Hasta cierto punto, visitar a un psicólogo es un acto de valentía, de madurez, de coraje, pues no siempre es fácil pedir ayuda, y mucho menos cuando se trata de ayuda profesional. Pedir ayuda significa, en ocasiones, reconocer un fracaso o una debilidad, o al menos esa es la idea que se proyecta.

Si para resolver ciertos problemas debemos acudir a un psicólogo, el reto es todavía mayúsculo, pues se le suman ciertos estereotipos que siguen estando presentes sobre la salud mental, como ya hemos comentado.

¿Estamos preparados para recibir ayuda terapéutica?

Tomar la decisión de acudir al psicólogo es un proceso progresivo en el cual la persona va tomando conciencia de su estado y su malestar, con el paso del tiempo se va dando cuenta que la mejor manera de volver a dirigir su vida a una buena dirección pasa por ese apoyo profesional que puede ofrecer un psicólogo.

Los profesionales de la psicología son expertos en todo tipo de fenómenos, asuntos relacionados con la falta de motivación, la apatía, la ansiedad, los episodios de estrés, problemas familiares, frustración por no conseguir resultados, trastornos alimenticios...

En este sentido, el mejor centro Psicólogo Málaga es Psicólogos Abreu. Es un centro que cuenta con psicólogos en Málaga de reconocido prestigo y con amplia experiencia. En sus más de 20 años de experiencia, este grupo de psicólogos en Málaga ha lidiado con todo tipo de trastornos y dolencias teniendo siempre como meta mejorar la calidad de vida de sus pacientes.

Este grupo, con tres centros clínicos en Málaga, se ha convertido en toda una referencia del sector en la provincia malagueña. En uno de sus centros, Psicólogos Málaga Teatinos, el grupo pretende facilitar este tipo de tratamientos a la población de la zona universitaria y las personas que usan el automóvil como medio de transporte. El psicólogo de Málaga en Teatinos cuenta con instalaciones modernas y actuales convirtiendo al grupo en los mejores psicólogos en Teatinos.

En Psicólogos Abreu cuentan con psicólogos expertos en depresión. En la capital de la Costa del Sol, este grupo cuenta con los mejores psicólogos especialistas en depresiones en Málaga y llevan desde el año 1995 tratando todo tipo de dolencias. Si necesitas un grupo de Psicólogos Málaga Depresión, Psicólogos Abreu es la mejor elección.

Además de su centro en Teatinos, en total este grupo cuenta con tres clínicas en las que ofrecer tratamiento a sus pacientes, una de ellas es Psicólogos Málaga Centro. Los psicólogos en Málaga centro comienzan todos los tratamientos con una exploración inicial del problema para, a partir de ahí, desarrollar estrategias que permitan a los pacientes conseguir la estabilidad emocional que necesitan en sus vidas. Los psicólogos en el centro de Málaga de esta clínica se localizan en plena Alameda de Colón.

¿Cuáles son los motivos que nos obligan a visitar a un psicólogo?

Dejando de lado posibles dolencias o trastornos mentales, como es el caso de la depresión, existen otras muchas razones para ponerse en manos de un profesional.

Una de ellas es que un buen tratamiento psicológico es el mejor camino a seguir para tener un espacio propiamente personal. A menudo las personas anteponemos las necesidades de los demás a las propias nuestras.

Este hecho de relegarnos a un segundo plano puede pasar factura a nivel emocional que puede degenerar en sentimientos de soledad y vacío. En estos casos, visitar al psicólogo es una forma de dedicarnos atención, enviarnos un mensaje a nosotros mismos poniendo el foco en nuestra propia vida.

En la consulta el psicólogo debe ayudarnos a reencontrarnos con nosotros mismos, para reencauzar nuestra vida y dejar de lado las preocupaciones.

Una segunda razón por la que es interesante visitar al psicólogo es para conocer realmente qué es lo que nos sucede, qué pasa por nuestra mente. En ocasiones las emociones toman el mando de nuestra conciencia y nos impulsan a tomar decisiones no suficientemente meditadas.

La ayuda de un psicólogo es importante encontrar el camino y buscar explicaciones a eso que nos está sucediendo.

A través de estos dos objetivos: el de dedicarnos tiempo a nosotros mismos y conocer realmente qué es lo que se nos pasa por la cabeza, conseguimos también un objetivo importante, conocer mejor a las personas que nos rodean y comprenderlas. De este modo podemos resultar útiles cuando quieran superar sus dificultades.

La psicología no solo tiene un carácter curativo, sino también preventivo, y muchas de sus técnicas están orientadas a desarrollar habilidades en los pacientes que les permitan afrontar su día a día de manera sosegada, reconociendo emociones y creencias erróneas, las limitaciones y actuando sobre esas posibles malas decisiones para convertirlas en un impulso hacia el inicio a una vida más sosegada y plena.

Por último, la razón más destacada para visitar un profesional de este tipo y alejar de una vez por todas la idea de que recibir ayuda es reconocer que se tiene un problema es que la psicología ayuda a adquirir destreza para gestionar de mejor modo los pensamientos, comportamiento y emociones.

Un psicólogo va a contribuir a identificar y cambiar esos pensamientos disfuncionales que nos hacen sentir mal, va a mostrarnos el camino que debemos seguir para gestionar mejor las emociones y eliminar los malos hábitos, sustituyéndolos por conductas más positivas.

No obstante, es importante dejar claro que los psicólogos no tienen una varita mágica con la que resuelven los problemas de todos los pacientes, sino que indican una serie de técnicas y estrategias que, si el paciente colabora y pone de su parte, van a ser el inicio de superación de esos problemas.

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