El vitiligo se puede tratar con remedios naturales; hojas de margosa, miel de abeja y aloe vera

El vitiligo es una enfermedad de la piel muy desconocida por la sociedad, a pesar de que es bastante común, y se estima que alrededor de un 2 por ciento de la población mundial padece esta afección cutánea.

¿Qué es el vitiligo?

Se trata de una enfermedad que se caracteriza por la aparición de manchas blanquecinas por una deficiencia de pigmentación.

Esta enfermedad es crónica y no desaparece, si no que atraviesa distintas fases en función de diversos factores.

La causa principal del desarrollo de estas áreas blancas es el daño de la melanina, que son las células de pigmento de la piel, alteración que provoca que poco a poco se vayan extendiendo las zonas de la piel despigmentadas.

Las zonas más frecuentes en las que pueden aparecer son la piel de la cara, los labios, las manos o los pies, pero pueden llegar a provocar incluso un cambio de color de la retina o de los cabellos.

Las manchas que aparecen a causa del vitiligo no suelen generar dolor ni picor. El único problema que genera es a nivel estético, sin efectos nocivos o incómodos a nivel físico.

Sin embargo, las personas que la padecen sí que suelen verse afectadas a nivel psicológico. Uno de los trastornos más frecuentes se produce en el plano social, ya que la aparición de estas manchas en zonas visibles como puede ser el rostro genera complejos y frustración al afectado.

Cómo tratar el vitiligo

La buena noticia es que esta enfermedad de la piel puede presentar una importante mejoría con el tratamiento y cuidados adecuados. El vitiligo puede tratarse de forma fácil con remedios naturales que pueden ser de gran ayuda para que las zonas afectadas recuperen la pigmentación.

Existen tratamientos con los que mejorar el aspecto de la piel.

Las propiedades de las plantas medicinales suelen ser muy efectivas.

Una de las que ha demostrado tener más propiedades son las hojas de margosa, una planta que ayuda a minimizar las manchas blancas y devolver la pigmentación de la piel.

También es muy efectiva la miel de abejas, ya que es un excelente remedio natural que posee muchos beneficios para la salud. Este producto puede ser de gran ayuda para recuperar la pigmentación normal de la piel.

El aloe vera es otro de los productos que posee numerosas propiedades y ayuda a mejorar las manchas derivadas de esta enfermedad. Utilizar el gel extraído de los tallos directamente y untarlo por las zonas afectadas mejorará el estado de la piel.

Evitar la exposición al sol y llevar siempre protección para evitar que los rayos UVA incidan en la piel es fundamental para quienes padecen vitiligo. En este sentido, es recomendable evitar las horas de mayor exposición y cubrir en la medida de lo posible las zonas afectadas.

Por último, y no menos importante, es conveniente cuidar mucho la alimentación y llevar una dieta rica en frutas antioxidantes, como fresas y frutos rojos; y cítricos como la naranja y el limón. También es importante incluir vegetales y proteínas en las proporciones adecuadas.

Principales factores de riesgo del vitiligo

Existen numerosos factores que pueden desencadenar esta perturbación. Uno de los factores que puede empeorar el problema es el estrés. Así lo han determinado las investigaciones médicas al respecto, que han encontrado una fuerte relación entre esta enfermedad y el sistema nervioso.

Otro de los desencadenantes pueden ser los cambios hormonales, como los producidos durante el embarazo, un mal funcionamiento de la glándula tiroidea, la exposición al sol u otro tipo de trastornos relacionados con la alimentación.

También hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad hereditaria, con lo cual los hijos de personas que padecen esta afección tendrán más probabilidad de desarrollarla en algún momento de sus vidas.

Así, estudios realizados al respecto concluyen que el 30 por ciento de los pacientes tienen algún otro miembro de la familia que padece la enfermedad. Aun así, son muchas las personas que también padecen la enfermedad sin que haya familiares que sufran este trastorno.

Otro dato que es importante conocer es que esta dolencia puede aparecer en cualquier momento. En general, lo más común es que los primeros síntomas comiencen durante la infancia, pero también es frecuente que se desarrolle durante la adolescencia o en la etapa adulta.

Por lo tanto, aunque el vitiligo no tiene cura, con un tratamiento adecuado se puede detener el proceso de despigmentación de la piel y experimentar una mejoría. Lo importante es ser constante con los cuidados y evitar situaciones de estrés que puedan emporar el problema.

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