Los beneficios de la exfoliación labial: ¿cómo hacerla en casa?

Los labios sufren agresiones externas durante todo el año debido a los cambios de temperatura y la humedad, lo que genera mayor sequedad, grietas en la piel y la aparición de escamas.

“A esto se suma que los labios carecen de aceites naturales y glándulas de sudor, principales agentes para mantener la zona humedecida”, informa Naomi Gayoso, maquilladora profesional.

Esta experta recuerda que la mayoría de las personas sólo aplican una pequeña cantidad de crema hidratante al día y, aunque ayuda, resulta poco efectivo ya que se trata de una zona que requiere más cuidados.

En este contexto, la exfoliación labial es una buena opción porque elimina las pieles secas y favorece la renovación de los tejidos, mejorando la hidratación y el aspecto de los labios, tal y como indica Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

“Si hablamos de una exfoliación química, realizada por profesionales, se debe evitar en los meses de máxima exposición solar porque la zona tratada queda ligeramente sensibilizada”, apunta Vega. En su experiencia, la frecuencia de este tratamiento depende de cada persona aunque por norma general, se aconseja cada tres o cuatros meses.

También existe la exfoliación mecánica que, en centros de estética, se lleva a cabo con microcristales de aluminio. Este procedimiento también se puede hacer en casa aunque Vega advierte que los resultados no son los mismos y, sin un buen asesoramiento, es posible dañar la piel.

Pasos para realizar una exfoliación labial en casa

En el mercado cosmético existen una amplia gama de productos para el cuidado labial, sobre todo, dedicados a la hidratación. Sin embargo, antes de su aplicación es necesario exfoliarlos para tener mejores resultados.

“Esto hará que las células muertas de la superficie se desprendan y los labios estén sedosos, lo que también contribuye a un maquillaje más duradero”, comenda Gayoso.

Esta maquilladora explica que para hacer una exfoliación labial en casa se necesita un cepillo de dientes, una cucharada de azúcar y zumo de limón o agua. “Hay exfoliantes de marca que son algo más agresivos, además, crear el nuestro es muy fácil: se consigue mezclando el azúcar con el zumo o el agua”, detalla.

Primer paso

Mezclar el azúcar con el agua o el zumo de limón, poniendo la cantidad justa para obtener una pasta densa. Si se opta por un exfoliante comprado, se puede pasar directamente al siguiente punto.

Segundo paso
Mojar el cepillo de dientes en el exfoliante, aplicarlo en los labios y hacer movimientos circulares durante dos minutos. Pasado ese tiempo, retirar el producto con agua y secar la zona con una toalla.

Tercer paso
Hidratar el labio con cremas ricas en aceites o bálsamos específicos. “En esta parte se pueden utilizar otros remedios más naturales como el aceite de oliva o de germen de trigo, la miel o la papaya, ésta última rica en vitamina E”, sugiere Gayoso.

Pautas de autocuidado después de la exfoliación

Según Vega, la hidratación también es fundamental cuando se trata de una exfoliación realizada en una clínica estética, así como el uso de fotoprotectores con un factor alto. En estos casos, los resultados se notan siete días después del tratamiento.

¿Cuándo hay que evitar este procedimiento? “Puede haber varias contraindicaciones, sobre todo, si hay historia de herpes labiales recidivantes o algún tipo de inmunodeficiencia.

Por eso, siempre debe realizarse una historia clínica para descartar cualquier posible contraindicación”, concluye la presidenta de SEME.

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