5 remedios naturales para la bursitis

Por su parte, la bursitis se concentra en alguna de las 150 bursas que hacen de “cojines” entre los tendones, ligamentos y huesos que rodean la articulación.

Dondequiera que se unan los huesos, articulaciones, tendones y ligamentos, se hallan unos sacos llenos de líquido llamados bursas. En caso de inflamarse, originan una dolencia conocida como bursitis.

El roce continuado de nuestras articulaciones es casi siempre el desencadenante más común de este tipo de irritación interna: es algo doloroso y, en muchos casos, hasta incapacitante.

Asimismo, es importante señalar que la bursitis no es lo mismo que la tendinitis.

Esta última hace referencia a la inflamación de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso.

Por su parte, la bursitis se concentra en alguna de las 150 bursas que hacen de “cojines” entre los tendones, ligamentos y huesos que rodean la articulación.

Si lo has sufrido en alguna ocasión, te habrá llamado la atención, sin duda esa llamativa hinchazón, la rigidez y el enrojecimiento.

Serán siempre nuestros médicos quienes nos ofrezcan el mejor tratamiento. Mientras, en casa, podemos llevar a cabo estos sencillos remedios naturales con los que reducir la inflamación y el dolor.

¿Tomamos nota?

1. El vinagre de manzana

El vinagre de manzana es un remedio muy clásico para el tratamiento natural de la bursitis.

Lo que nos permite, en primer lugar, es restaurar la alcalinidad de nuestro cuerpo para reducir la inflamación de un modo muy rápido.
Los minerales presentes en el vinagre de manzana como por ejemplo el magnesio, el calcio, el potasio y el fósforo nos ayudan a tratar este tipo de procesos inflamatorios localizados en las articulaciones.
A continuación, te explicamos cómo debes hacer uso del vinagre de manzana.

Qué necesito
Una toalla de tocador
½ taza de vinagre de manzana crudo (125 ml)
1 cucharadita de miel (7,5 g)
Cómo lo hago
Es muy sencillo. Primero, en una taza mezclaremos bien el vinagre de manzana con la miel. De ese modo, conseguiremos un poderoso remedio antiinflamatorio que podrás utilizar a lo largo del día.
A continuación, empaparemos bien nuestra toalla de tocador o un paño de algodón con esta combinación de vinagre de manzana y miel.
Aplícalo ahí donde tengas la bursitis durante 15 minutos.

2. Terapia fría las primeras 48 horas

La temperatura fría es, sin duda, lo más recomendable para reducir la hinchazón inicial y a la vez, “adormecer” el dolor de la zona afectada.

Qué necesito
10 cubitos de hielo
Una bolsa de plástico
Cómo lo hago
Empezaremos introduciendo los cubitos de hielo en nuestra bolsa de plástico.
A continuación, colocaremos la bolsa en la articulación afectada durante unos 15 minutos.
Después de este tiempo, deberemos elevar la articulación donde esté la bursitis por encima del corazón y descansar.
Podemos hacerlo varias veces al día hasta obtener alivio.

3. Masajes con aceites esenciales

Existen aceites esenciales muy interesantes para el tratamiento de la bursitis. Estos son los que más pueden ayudarte:

Aceite de nuez moscada: Este aceite esencial es muy efectivo para el tratamiento del dolor de las articulaciones por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
Aceite esencial de menta: Tampoco puede faltar en tu botiquín de remedios naturales. Su componente principal es el mentol, muy utilizado desde la antigüedad para el tratamiento del dolor y la inflamación.
No dudes en hacerte masajes con este tipo de aceite esencial.

Otro tipo de aceite estupendo para este tipo de condiciones es el aceite de coco. Nos ayudará a reducir el enrojecimiento así como la sensación de ardor.
Solo tendrás que aplicarte unas gotitas y hacer un masaje circular para encontrar alivio.

4. Jengibre para el dolor de la bursitis

El jengibre tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y analgésicas muy similares a la aspirina o ibuprofeno.

Además, mejora la circulación y nos ayudará a tratar la bursitis de un modo muy efectivo.

Te explicamos cómo llevar a cabo el tratamiento.

Qué necesito
3 cucharaditas de jengibre rallado (7 g)
1 gasa
½ taza de agua caliente (125 ml)

Cómo lo hago

En primer lugar, envolveremos el jengibre recién rallado en un trozo de gasa.
Después, sumergiremos esta gasa con el jengibre en una taza de agua caliente durante 2 minutos. Muy fácil.
Deja que se enfríe un poco, y luego, coloca sobre la zona afectada durante 15 minutos.
Puedes repetirlo 2 o 3 veces al día.

5. El descanso y alimentación rica en magnesio

Puede parecer una obviedad, pero una de las condiciones fundamentales para conseguir que la bursitis se resuelva es guardar reposo, descansar y cuidar las posturas.

Nuestros médicos nos pueden recetar antiinflamatorios, sin embargo, es imprescindible que cuando aparezca el hinchazón reduzcamos todo lo posible la movilidad de esa articulación.
La bursitis surge a causa de una sobrecarga, del roce de las articulaciones con los músculos o los ligamentos que inflaman esa bursa en concreto.
Por tanto, ejercer más movimientos lo que hará será intensificar aún más el dolor.

Descansa todo lo que puedas, y cuida además de que tu alimentación sea rica en magnesio: consume plátanos, espinacas, avena, lentejas…

Este mineral es imprescindible para nuestras articulaciones, músculos y ligamentos.

Consulta si lo prefieres con tu médico si sería adecuado o no tomar suplementos de este mineral, como puede ser, por ejemplo, la leche de magnesia.

Fuente: Mejor con salud

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