4 cosas que todos hacemos pero que en realidad destruyen la convivencia

Hay personas que no conocen el verdadero impacto del amor en la vida cotidiana, creen que los sentimientos no están relacionados a los estados físicos y por eso, muchas veces, no ven la conexión que existe entre el estado de ánimo, las discusiones de pareja y los síntomas físicos.

Expertos en salud, aseguran que las parejas que conviven bajo un mismo techo pueden prevenir un resfriado cambiando comportamientos negativos en su matrimonio. ¿Cómo es posible?

¿El amor puede enfermarnos?

Un estudio, realizado por la Universidad de Birmingham, analizó la relación entre las aficiones físicas y el estado de las relaciones amorosas. Descubrió que aquellas parejas que tenían matrimonios felices tenían una mejor resistencia a contraer virus.

Otra universidad, ubicada en Albania, encontró que la negatividad en el matrimonio no solo influye en la convivencia diaria sino que impacta directamente en la salud física de la pareja. Durante el estudio de campo observaron un aumento de glóbulos blancos en aquellas parejas que estaban felizmente casadas y por ende, una mejor resistencia a ciertos tipos de enfermedades.

Por su parte, la Universidad de Michigan reveló que los matrimonios conflictivos pueden aumentar los riesgos a contraer enfermedades en un 35 % respecto a los matrimonios felices y a su vez reducir la esperanza de vida de los cónyuges en 4 años.

En definitiva, el amor no es quien nos enferma, la falta de él pude hacer estragos en nuestra salud. Por lo tanto, trabajar en la construcción de las bases de una relación es una apuesta por la mejora de tu salud física y longevidad.

¿Cómo me doy cuenta del grado de conflictividad?

Los expertos aseguran que existen 4 comportamientos que pueden poner en jaque tu relación:

1. Crítica constante

Se trata de discusiones diarias acerca de comportamientos del otro con una mirada crítica pero no resolutiva. Es un patrón de conducta en el que se encuentran fallas en el compañero constantemente, haciéndolo sentir miserable o herido.

Este tipo de actitudes son perjudiciales y silenciosas, no siempre somos capaces de darnos cuenta del impacto real que tienen este tipo de críticas, pero créeme que es mucho peor de lo que parece.

Quizás me digas que estás completamente enamorado de tu pareja y eres incapaz de despreciarlo, pero esta actitud es mucho más común de lo que crees.

«Eres un flojo, esperas que llegue de trabajar para que haga la cena y tú lo único que haces es poner tu trasero en el sofá para ver televisión. Eres incapaz de notar que llegué.»

El desprecio inserta en tu mente pensamientos negativos que te llevan a repetir una y otra vez estas conductas hacia tu compañero. Esto se convierte en una costumbre de la pareja. Muchas veces uno se siente superior y el otro miserable y triste.

3. Estar a la defensiva

Los matrimonios poco felices suelen tener discusiones por temas irrisorios, es así que toda conversación tendrá un tinte de defensiva por parte de los cónyuges. Cada uno intentará protegerse de los ataques de su pareja para evitar el desprecio o la crítica.

Siempre digo que el amor y el odio no son antónimos, más bien el amor y la indiferencia lo son, ya que cuando dejas de intentarlo es porque la relación no tiene vuelta atrás.

Hay parejas que comen por separado o esperan a que su compañero se duerma para ir a la cama y así evitar un contacto más íntimo (y no me refiero únicamente al sexo).

¿Hay una solución?

Estos 4 factores pueden solucionarse siempre y cuando ambos lo quieran. Todas las parejas tienen problemas, pero deben aceptarlos y trabajar en ellos para salir adelante.

Un experto en terapia de parejas dice que la crítica puede eliminarse si comenzamos a hablar de nuestros sentimientos y sobre lo que necesitamos. A su vez, el Dr. Gottman dice que las actitudes defensivas se eliminan cambiando las frases críticas por expresiones de necesidad. En lugar de decir que tu pareja nunca cumple con lo que dice y es incapaz de ayudarte, puedes intentar diciéndole que hay tareas por hacer y necesitas algo de ayuda para resolverlas, es menos agresivo.

La clave es construir una relación con bases en la amistad y las cualidades que nos enamoraron de nuestra pareja. Busca aquellas cosas que te hagan orgullo de tu pareja y en lugar de insultarlo por lo que no logró, felicítalo por lo que fue capaz.

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