Estos altos niveles de colesterol se encuentran asociados no sólo a un mayor riesgo cardiovascular en la infancia, sino que el riesgo persiste a lo largo de la vida del individuo. Información suministrada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, es un serio indicio de que la creciente aparición o presencia de problemas de colesterol y otras enfermedades asociadas en niños y adolescentes es consecuencia directa del exceso de peso en los primeros años de vida; comparte la Fundación Torres-Picón.
La creciente incidencia de obesidad infantil ha venido provocando la aparición cada vez más temprana de patologías derivadas que hasta hace pocos años estaban asociadas casi exclusivamente a la edad adulta; muestra de ello son las preocupantes cifras que han dado a conocer hace poco los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, los cuales revelan que en esa nación el 21% de la población infantil y adolescente.
Es decir, aproximadamente uno de cada cinco niños y jóvenes, presenta niveles peligrosamente elevados de colesterol total y colesterol malo en sangre, y muy bajos niveles de colesterol bueno, lo que significa que ya a esa edad la salud de sus arterias y su corazón se encuentra seriamente afectada, ya que el alto nivel de colesterol en sangre es uno de los más importantes factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, las cuales son a su vez la principal causa de mortalidad en el mundo.
Los datos suministrados indican que la mayoría de estos niños y adolescentes presentaban cierto grado de sobrepeso o eran obesos, y que los niveles elevaban conforme aumentaban en edad.
Esta información es una muestra de que la creciente incidencia de problemas de colesterol y otras enfermedades asociadas en niños y adolescentes es consecuencia directa del exceso de peso en los primeros años de vida; lo cual constituye un grave problema de salud pública cada vez más extendido a nivel mundial.
El incremento en las tasas de sobrepeso y obesidad infantil no es un problema circunscrito sólo a Estados Unidos sino que es un fenómeno que se está produciendo en todo el mundo, lo que lleva a pensar que los problemas de colesterol y de cardiopatías asociadas en niños también se están expandiendo por todo el planeta.
Ante tal panorama es fácil comprender la importancia de la prevención, en tal sentido, es imprescindible mantener un control periódico sobre los niveles de colesterol en sangre, así como de otros valores que puedan indicar el estado de la salud cardiovascular, tanto en adultos como en niños.
Asimismo es fundamental mantener hábitos de vida saludables, como una dieta nutritiva y balanceada, baja en sal, grasas y en azúcares refinados; disminuir el sedentarismo e incrementar la actividad física cotidiana, así como darle importancia al descanso y al sueño nocturno.
Es responsabilidad ineludible de los padres la alimentación adecuada y la atención médica oportuna de sus hijos, así como el inculcar en ellos la práctica de estos hábitos de vida saludable desde los primeros años, para lo cual es esencial servir de modelo, cuidando también la propia salud, para que siguiendo el ejemplo ellos aprendan a cuidarse en el futuro.
La Fundación Torres-Picón (FTP), enfocada en tareas divulgativas sobre prevención de la obesidad y el sobrepeso infantil, así como a la promoción de la educación, las artes y la cultura como medios idóneos para la superación personal de los jóvenes y el desarrollo social, recordó que aunque son numerosos los trabajos en diferentes lugares que se vienen realizando y que buscan prevenir tanto el sobrepeso como la obesidad, los mismos no son suficientes.
Pedro J. Torres, directivo y vocero de la FTP, señala que “debe trabajarse aún más, en forma simultánea, lo individual y lo colectivo”.
Torres subraya que si se logra disminuir y controlar ésta enfermedad, descenderían las muertes prematuras en todo el mundo. Es lo que se desprende del análisis de las estadísticas, apuntó.
