Es frecuente escuchar a muchas mujeres y también hombres, decir que se esfuerzan por seguir una dieta, respetando alimentos y horarios y a pesar de eso no poder bajar un gramo.
¿Qué ocurre? Bien, a menudo el culpable es el hígado. Si este órgano tan importante no recibe cuidados puede volverse graso y esto acarrea consecuencias negativas en nuestro sistema inmunológico predisponiéndonos a debilitarnos y a generar enfermedades.
El estrés, la obesidad, la diabetes, una alimentación colmada de azúcares y grasas también contribuyen a un hígado graso.
Además, el hígado cumple la función de quemar grasa y es necesario que trabaje de manera conjunta con la vesícula biliar; pero si no pueden cumplir esta función de manera adecuada no podrán eliminar toxinas y desechos nocivos.
Pero afortunadamente existen remedios caseros que pueden contribuir a reducir estos efectos de manera significativa.
Esta bebida simple y natural son puros beneficios a favor de tu hígado.
Te contamos cómo prepararlo: Ingredientes:
Jugo de 1 limón.
250 g de peras frescas.
125 g de col fresca.
Pedazo de jengibre (2 cm aproximadamente).
½ litro de agua.
Preparación:
Picar todos los ingredientes y licuarlos con un poco de agua. Agregar el zumo de limón y el resto del agua.
Tomar 1 vaso en la mañana y otro a la tarde.
Otros consejos útiles:
-Ingerir alimentos ricos en fibra.
-Consumir pan, arroz y pastas integrales.
-Incluir en la dieta verduras de hoja verde y legumbres.
-Utiliza estevia para endulzar en lugar de azúcar y evita la fruta, ya que contiene altas dosis de fructosa que no se recomiendan para el hígado graso.
-Consume yogur descremado y evita la leche.
-Descarta por completo el consumo de alcohol.
Alimentos que no deben faltar:
Para contribuir a recuperar el buen funcionamiento de tu hígado, incorpora a tu dieta: pescados azules, tomates, brócolis, espinada, aguacate, salvado de trigo, champiñones, nueces, pistachos, semillas de calabazas y jugos a base de limón y zanahoria.