Envejecer trae aparejado un sin número de modificaciones que afectan a nuestro organismo. Pueden ser modificaciones morfológicas o fisiológicas y que se desencadenan como consecuencia del paso del tiempo. Con el correr de los años las células se van deteriorando y al no renovarse todo en nuestro organismo va perdiendo fuerza y vitalidad.
Los huesos no escapan a esta regla e incluso es de las primeras cosas que se van deteriorando. Vamos perdiendo centímetros de estatura, no descalcificamos y aparecen los dolores.
Esto no es algo que nos preocupe mientras somos jóvenes pero a medida que pasa el tiempo comenzamos a inquietarnos cuando el tono muscular disminuye y la densidad ósea se hace cada vez más débil.
Esto supone estar más predispuesto a problemas generados por caídas, fracturas, esguinces y torceduras que luego se hacen más y más difíciles de solucionar.
Por eso hoy queremos ofrecerte utilizar un remedio natural que consiste en una receta popular que hará maravillas en tu sistema óseo. Se trata de una receta muy antigua de la que tal vez nunca hayas oído hablar porque la utilizaban nuestras abuelas.
Para prepararla vas a necesitar:
- 10 pastillas de aspirina de 300 mg
- 100 ml de yodo
- 300 ml de alcohol al 70%
Seguramente tengas al alcance de la mano todos estos elementos o puedes adquirirlos en cualquier farmacia. Cada uno tiene una razón de ser, como por ejemplo el yodo que contiene propiedades antisépticas.
En un recipiente mezclar el alcohol junto con el yodo y agregarle las aspirinas molidas mezclando al mismo tiempo. Dejar esta preparación en un recipiente con tapa durante tres semanas al abrigo de la luz y del calor, es decir en un lugar a oscuras, fresco y seco.
Al cabo de las tres semanas utiliza esta preparación para realizar compresas sobre los huesos doloridos o como ungüento para realizar masajes.
