Reelegirse después de la crisis

Muchas parejas se casan enamorados sin pensar en que algún día habrá “problemas”. Hay matrimonios que tienen mucho miedo a dialogar y enfrentar conflictos.

¿Cómo se hace? ¿Quién tiene la razón? Se tiene la idea que abordar los problemas, es sinónimo de herirse y distanciarse emocionalmente.

En una pareja existen riesgos y, en especial, el riesgo de una crisis. Debemos entender que las parejas de hoy son parejas que van a conocer los enfrentamientos. Vivimos en una sociedad que sufre de falta de tiempo, así como el egoísmo de las parejas que buscan su propio bienestar y que tienen poca comunicación debido a que se vive en esta época de grandes avances científicos y tecnológicos.

El gran reto es aprender de aquellos matrimonios que poseen las herramientas para sobrellevar los momentos duros y logran evolucionar como pareja, permaneciendo unidos siempre.

Estar casado hoy, estar en pareja, es ser capaz de renovar un contrato cada día. El verdadero ideal no es “se casaron y tuvieron muchos hijos” sino “se casaron y se volvieron a casar, y se volvieron a casar”.

Es decir, buscar y entender en momentos difíciles porque escogiste a esa pareja como compañero de vida.

Para todos los lectores de Soy Actitud que quieren tener más herramientas para afrontar los problemas en pareja, les compartimos lo siguiente:

- Reconocer la culpa: Cuando una pareja se encuentre ante una situación angustiosa generalmente ninguno de los dos opta por responsabilizarse. Evaden confrontarse y acercarse a pedir una disculpa. Prefieren señalar y ponerse a la defensiva. El matrimonio requiere de dos personas con sensibilidad que aprendan a reconocer sus faltas y a disculparse.

Lo importante es no conformarse nunca con lo logrado y, en cambio, persistir en mejorar la unión.

- Compromiso: Los expertos en el campo de la salud mental de la Universidad de UCLA 2016, señalan que hasta las causas más perdidas tienen solución, siempre y cuando ambas partes lo deseen. Se requiere de compromiso para trabajar la tolerancia a la frustración y no soltar tan fácil una unión.

Un gran secreto es no conformarse con lo que uno es dentro de su matrimonio, sino en lo mejor que uno puede llegar a ser.

- Resolver de raíz: Se ha comprobado que muchas personas al divorciarse y volver a casarse, caen en la cuenta que tiene los mismos problemas con su nueva pareja. Los divorciados suelen llevar sus problemas de una relación a otra. ¿Qué sucede con estos patrones? Es importante mencionar que en momentos resulta doloroso enfrentar lo que a uno le toca trabajar emocionalmente en su vida.

¿Qué sucede cuando tapamos algo sin resolverlo? Es evidente que lo que no se enfrenta se sigue actuando con cuantas parejas llegues a tener a lo largo de la vida. Es por ello que la psicología nos invita a responsabilizarnos y hacer consciente lo inconsciente.

- No perder los detalles: A lo largo de distintas encuestas sobre temas de la pareja, se ha comprobado que los detalles son fundamental para volver a revivir el amor.

El amor rara vez muere, pero a veces suele ausentarse, porque permitimos que otros sentimientos como el enojo, tristeza y rencor se almacenen. En aquellos momentos donde la persona se siente olvidada y descuidada por su pareja debe encontrar un motivo para permanecer dentro de su matrimonio. Al volver a empezar a recibir detalles: mensajes de buenos días, notas de amor, paseos, etc., será una forma de recordar los momentos más lindos que los llevaron a enamorarse.

- Dedicar tiempo a la pareja: Los momentos de crisis generalmente llegan por falta de comunicación, convivencia y distanciamiento emocional. El ajetreo de todos los días hacen que tu pareja deje de ser tu prioridad. El mayor enemigo de la satisfacción conyugal es la falta de tiempo.

Darse tiempo para volver a conocer a tu esposo, escucharlo y saber lo que le gusta y lo que le desagrada de la relación fomentará la unión en los dos.

La falta de tiempo lleva a desatender tu matrimonio y por ende a posibles infidelidades. La fidelidad no es lo que hace feliz a un matrimonio sino lo que lo hace posible. La gente se siente sola cuando no tiene con quien compartir los acontecimientos de su vida, tanto los importantes como los insignificantes.

- Fomentar la sexualidad: En momentos de crisis es probable que también exista un gran distanciamiento físico en la relación. Generalmente las diferencias y acuerdos no resueltos, heridas o resentimientos afectan inmediatamente en el área sexual.

El silencio y el hecho de no tener la confianza para expresar lo que uno siente llevan a la persona a sentir mucha frustración y tristeza. La mayoría tiene expectativas de las cuales su pareja no sabe nada. Sería bueno tener una conversación sobre las expectativas secretas de cada uno.

Fuente: actitudfem 

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