Un tercio de las pacientes con cáncer de seno son tratadas innecesariamente, según estudio

  • por CNN miércoles 11 enero 2017

(CNN) - Una de cada tres mujeres con cáncer de seno detectado por una mamografía es tratada innecesariamente, porque esos exámenes encuentran tumores que crecen tan despacio que son esencialmente inofensivos, de acuerdo con un estudio danés publicado este lunes en la revista científica Annals of Internal Medicine, que ha renovado el debate sobre la importancia de una detección temprana.

El estudio aumenta la incómoda posibilidad de que algunas mujeres que creen que sus vidas fueron salvadas con la mamografía en realidad resultaron perjudicadas por la detección del cáncer que las llevó a cirugía, radiación e incluso a quimioterapia que no necesitaban, dice el doctor Otis Brawley, director médico de la Sociedad Americana de Cáncer, quien escribió un editorial que acompañó el estudio pero no estuvo involucrado en la investigación. 

Según Brawley, cada vez más los investigadores reconocen que no todos los cánceres de seno plantean el mismo riesgo, incluso si parecen iguales bajo un microscopio. Mientras algunos tumores tempranos se convierten en monstruos letales, otros dejan de crecer o, incluso, se reducen.

Pero asumir que todas las pequeñas lesiones de seno tienen el mismo potencial de convertirse en tumores malignos es como “hacer una caracterización racial”, escribió Brawley en el editorial.

“Si tratamos todos los cánceres que vemos, claramente estamos salvando algunas vidas”, dijo Brawley en una entrevista. “Pero también estaríamos ‘curando’ a algunas mujeres que no necesitan ser curadas”.

Según el nuevo estudio realizado en Dinamarca, una de cada tres mujeres con cáncer de seno detectado por una mamografía es tratada innecesariamente.

Aunque expertos como Brawley han discutido largamente sobre los riesgos que implica la “sobrediagnosticación”, relativamente pocas de las mujeres que pasan por las pruebas de detección de cáncer están informadas sobre ese debate.

El Colegio Americano de Radiología, que apoya con fuerza los exámenes de detección del cáncer de seno, reconoce que las mamografías llevan a algunas mujeres a ser tratadas innecesariamente, pero dice que el problema es mucho menos común de lo que el nuevo estudio sugiere.

Otra investigación de Dinamarca, cuyo programa nacional de salud guarda los detalles de todos los registros, estima la tasa de sobrediagnóstico solo en un 2,3%.

“La cantidad de sobrediagnósticos es realmente pequeña”, dice Debra Monticciolo, jefa de la Comisión de Imágenes Mamarias del Colegio Americano de Radiología. “Artículos como este no ayudan mucho”, dice, porque confunden a las mujeres sobre cómo deberían hacerse el examen del cáncer de seno.

“Pero tratar a las mujeres por cáncer de manera innecesaria puede poner en peligro su salud”, dice Fran Visco, presidenta de la Coalición Nacional del Cáncer de Seno, un grupo de defensa sobre el tema.

La radiación puede perjudicar el corazón o incluso causar nuevos cánceres. Visco señala el caso de la activista del cáncer de seno Carolina Hinestrosa, vicepresidenta de la coalición, quien murió a los 50 años de un sarcoma en los tejidos blandos, un tumor causado por radiación utilizada para tratar un cáncer de seno detectado de manera temprana.

“Las mujeres deberían entender esos riesgos”, dice Visco. En cambio, suelen oír solamente cosas sobre los beneficios de las mamografías. “Por décadas, las mujeres han sido inundadas con mensajes sobre la detección temprana”, afirma.

Los riesgos del sobrediagnóstico y de los falsos positivos, que pueden llevar a mujeres con tumores benignos a realizarse biopsias y otros exámenes, han hecho que algunos expertos revalúen la importancia de las pruebas de detección del cáncer de seno.

Aunque las mamografías no encuentran todos los tumores, reducen el riesgo de morir de cáncer de seno entre un 25% y un 31% de las mujeres que tienen de 40 a 69 años, según la Agencia para la Investigación y la Calidad de la Atención de Salud, parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Hay expertos que recomiendan que las mujeres se hagan las mamografías no de manera anual sino cada dos años, y a partir de los 50 años.

Los grupos médicos ofrecen hoy distintos consejos sobre las mamografías:

El Colegio Americano de Radiología tiene la postura más agresiva al respecto y recomienda mamografías anuales desde que las mujeres llegan a los 40 años.

Los tumores deben ser detectados cuando “son más pequeños y más fáciles de tratar”, dice Monticciolo.

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos, un panel independiente de expertos que asesora al gobierno federal en salud, provocó una tormenta de críticas en el 2009 cuando desestimó ese consejo, al recomendar a las mujeres una mamografía cada dos años desde que llegan a los 50 años.

El grupo destacó que los riesgos de contraer cáncer de seno aumentan con la edad, así que es más probable que las mamografías detecten el cáncer de seno -y no los tumores benignos- después de los 50 años.

La Sociedad Americana de Cáncer también replanteó su consejo sobre los exámenes en el 2015, al recomendar a las mujeres una mamografía anual entre los 45 y los 54 años, seguida de exámenes cada dos años después de eso.

En el nuevo estudio, los investigadores daneses calculan el nivel de sobrediagnóstico comparando el número de tumores en fase temprana y en estado avanzado antes y después de que el país comenzó a ofrecer mamografías.

Si los exámenes funcionan como está previsto el número de tumores pequeños y curables debería aumentar, mientras que debería reducirse el número de cánceres más graves más o menos en la misma cantidad.

"Aunque las mamografías en Dinamarca detectaron muchos más cánceres de seno, la mayoría eran pequeños, tumores en estado temprano", dice el coautor del estudio Karsten Jorgensen, investigador del Nordic Cochrane Center en Copenhagen. El número de cánceres en estado avanzado, además, no se redujo.

El debate alrededor del sobrediagnóstico ilustra los límites de la tecnología médica, dice Brawley. Aunque los investigadores pueden calcular la tasa estadística de sobrediagnósticos, los doctores que tratan a las actuales pacientes no pueden decir exactamente cuáles tumores necesitan tratamiento y cuáles pueden ser ignorados de manera segura, añade.

Por eso, los doctores suelen pecar del lado de la precaución y tratan todos los cánceres de seno con cirugía y, en muchos casos, radiación y quimioterapia.

Cerca de 253.000 nuevos casos de cáncer de seno serán diagnosticados este año en mujeres de Estados Unidos, con casi 41.000 muertes, según la Sociedad Americana de Cáncer.

Además, otras 63.000 mujeres serán diagnosticadas con carcinoma ductal ‘in situ’, también conocido DCIS por sus siglas en inglés o CDIS por sus siglas en español, muchos de los cuales tienen, aunque no todos, los rasgos típicos del cáncer.

Aunque las células de los DCIS o CDIS han cambiado para aparecer como malignas bajo el microscopio, todavía no han invadido tejidos adyacentes.

La Sociedad Americana de Cáncer define los DCIS como la etapa más temprana del cáncer de seno, y las mujeres con esa condición suelen recibir el mismo tratamiento que se les da a las mujeres con cánceres invasivos tempranos.

Aunque los DCIS no representan una amenaza para la vida, los doctores recomiendan tratarlos desde un enfoque preventivo, para evitar que se conviertan en invasivos.

Otros expertos aseguran que los DCIS implican un riesgo tan bajo que deberían ser considerados solamente como un factor de riesgo del cáncer.

Los investigadores están llevando a cabo nuevos estudios para calcular cuándo es seguro disminuir el tratamiento de los DCIS.

Te podría interesar

Deja tu comentario