Pedro J. Torres: Descubren proteína ligada a la digestión que puede facilitar control de la obesidad

En las últimas décadas, la obesidad ha venido convirtiéndose en una pandemia de grandes proporciones con graves consecuencias para la salud de la población en todo el mundo, es por esto que científicos, universidades e institutos de investigación se han dado a la tarea de realizar estudios que permitan hallar un tratamiento para combatir este flagelo global.

En este esquema se inscribe la investigación realizada por expertos del King’s College de Londres y del Imperial College of Science, Technology and Medicine, también de Londres (Reino Unido), y publicada en la prestigiosa revista científica Nature Reviews Endocrinology; este estudio ha dado como resultado la identificación de una proteína ligada al proceso digestivo y al desarrollo de la obesidad, descubrimiento que podría ser la clave para el combate y control de este padecimiento.

Este estudio comentado por la prensa internacional española, y sus datos, se comparte desde la Fundación Torres-Picón.

Es ampliamente conocido que, entre las diversas estrategias empleadas para el control de la obesidad, una de las más eficaces es el llevar un estilo de vida saludable que incluya suficiente ejercicio y una dieta adecuada.

Un elemento indispensable de esta dieta son los carbohidratos no digeribles como la fibra, la cual recorre el tracto digestivo pero no es digerida, sino que es fermentada, por lo cual es considerada como uno de los “carbohidratos fermentables”, de esta manera nutre la flora intestinal o microbiota, la cual puede así cumplir eficazmente sus funciones dentro del proceso digestivo de los alimentos; además, la fibra produce una sensación de saciedad que “apaga” el apetito y la necesidad de seguir comiendo.

No obstante, la evidencia demuestra que existe una proteína que actúa como receptora de ácidos grasos libres 2, denominada FFAR2, que ejerce una influencia fundamental en este proceso.

Gavin Bewick, uno de los co-directores del estudio, explicó que “la inclusión en la dieta de carbohidratos no digeribles reduce el apetito y la ganancia de peso, pero en nuestro trabajo demostramos por primer vez el papel esencial que juega el receptor FFAR2 en la habilitación de componentes dietéticos específicos para reducir la ingesta de alimentos y proteger frente a la obesidad”.

En el desarrollo de esta investigación se alimentaron ratones normales con una dieta rica en fibra y, tal como se esperaba, éstos no presentaron aumento de peso ni desarrollaron obesidad.

Luego se proporcionó la misma alimentación a otro grupo de ratones genéticamente modificados para desactivar la función de la proteína FFAR2; en esta oportunidad, se comprobó que los ratones modificados carecían de toda protección contra la obesidad.

Esta diferencia se explica porque los ratones normales, al comer, presentaron un incremento de hasta un 130% en los niveles del péptido YY (PYY), el cual es la hormona que produce la sensación de saciedad; además estos ratones mostraban una mayor densidad de células con este PYY que sus congéneres modificados, densidad que incrementaba aún más la sensación de saciedad.

Gary Frost, también co-director del estudio, señaló que “este es un avance muy significativo para la comprensión de la relación entre la dieta y la regulación del apetito.

Hasta hace unos pocos años se pensaba que la dieta de fibra era ‘inerte’ y que tenía un efecto mínimo a nivel fisiológico. Pero el hecho es que tiene un impacto muy notable sobre las células que ayudan a regular el control del apetito en el colon y que resulta ciertamente asombroso”.

Desde este momento, por consiguiente, el objetivo es encontrar la forma de aplicar este conocimiento en el desarrollo de aplicaciones terapéuticas que podrían incluir la formulación de nuevos sistemas alimenticios, aceptables para los seres humanos, o el diseño de fármacos que hagan posible la modificación de las células intestinales, y así lograr prevenir o, en todo caso, tratar la obesidad y todas las patologías que son su consecuencia.

Estos avances, constituyen, además de un reto, un exhorto más para que cuidemos la salud y para que especialmente no desmayemos en la tarea de apoyar o impulsar medidas preventivas de la obesidad y el sobrepeso.

Nuestros niños y jóvenes pueden librarse, salvarse, de esta amenaza a la salud pública que con carácter de epidemia global se ha esparcido, comentó Pedro J. Torres, vocero y presidente de la Fundación Torres Picón, enfocada en la prevención informativa del problema, así como en la promoción del arte, la cultura y la educación como medios para la superación personal y el desarrollo.

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